Anónimo:
Antes de nada, ¡espero que tengas un buen día!
Quería preguntarte a cerca de un pensamiento que me ha invadido de forma repentina ¿Crees que «reviewer» y «crítico» son lo mismo? Quizas es un problema que tengo yo en cuanto a acepciones de sendas palabras, pero juraría que hay cierta diferenciación entre ellas, o, al menos, referente al uso que se les da en España. Digo esto, y corrígeme si me equivoco, porque entiendo la palabra «crítico» como aquel que, más allá de reseñar una obra, trata de abordar la misma de modo que le añada valor, no limitándose a describir eI recorrido de «a» a «b». Mientras que por «reviewer» entiendo aquel que pone sobre la mesa una descripción más o menos detallada de los principales aspectos de una obra (lo que entenderíamos por la crítica estándar de la que llevan haciendo gala revistas especializadas en videojuegos durante tantos años) apoyándose, quizás, sobre datos referentes al proceso de desarrollo, etc.
¿Qué opinas al respecto? ¿Crees que existe tal diferencia entre ambos términos o por el contrario crees que la barrera que los divide está mucho más difusa de lo que intento dar a entender?
¡Saludos!
calei2copi0:
¡Buenos días!
Es una pregunta complicada porque se puede abordar de muchas maneras. Yo, personalmente, creo que lo más adecuado es dejar al margen las definiciones formales de lo que es tal y cual y centrarnos en el significado que le ha dado la gente que las utiliza, particularmente en este medio. Empezando por la review, podría decirse que la entendemos como una revisión de toda la vida (claro, cómo iba a ser de otra manera). Cuando un profesor revisa un examen, evalúa los contenidos en base a un criterio establecido (en este caso, el de la persona que escribe la review) con el fin de valorar una obra completa por partes (que no necesariamente en base a la suma de las mismas) porque de otro modo sería una tarea imposible.
Primero se habla de tal y luego de cual, y la división depende enteramente de quien escribe. Esta partición puede seguir un esquema de «gráficos, música, jugabilidad, precio», de «narrativa, mecánicas» o de «temas, ejecución», siendo todas estas divisiones igualmente arbitrarias (me gusten más o menos). La review suele ser más conclusiva y sus motivaciones siempre son transparentes: hay quienes escriben la review para orientarte a la hora de decidir si comprar el videojuego o no, y eso va condicionar sus criterios y su aproximación inevitablemente. Y lo mismo se aplica a quien busca valor artístico o le exige responsabilidad histórica a la obra de la que se ocupa. Te habrás dado cuenta ya que esto también se aplica a la crítica, ¿verdad? Pues claro, cómo no. Yo diría que no hay tanta diferencia entre una y la otra, pero quizá la estructura de la review tiende a estar más desnuda que la de La Crítica aunque en el fondo ambas tengan el mismo esqueleto. La review es más frontal y concisa; la crítica más sutil y exhaustiva. Supongo que ahí está la clave para entender qué se entiende popularmente como una cosa o como la otra, estemos de acuerdo o no.
Sin embargo, yo entiendo la crítica de un modo distinto. Creo que la crítica adopta mil formas y colores. En este caso, tiene menos que ver con el género literario que con una actitud, con un modo de entender las obras y lo que va más allá. Un Let’s Play en el que se analice la obra paso a paso puede ser crítica. Una noticia sobre un nuevo lanzamiento en la que se se describan los abusos laborales que ha cometido la compañía en cuestión definitivamente lo es, visto el panorama. Una review también puede ser crítica. O puede no serlo. Y creo que es importante reivindicar una cultura de la crítica más que una crítica que lo sea formalmente, porque si la noticia, la presunta cúspide de la objetividad, extiende aquello de presentar la información de una manera crítica y comprometida de cara a la industria, es probable que la gente se abra más a entender que ciertos problemas aparentemente externos tienen toda la cabida del mundo en la review de ese mismo juego. Del mismo modo, cuanto más exigentes seamos con la industria y sus prácticas, menos se rebotarán los gamers ante una review justamente severa porque «las ventas se pueden ver afectadas» (todo esto tiene una lógica bastante interesante detrás que me gustaría explorar en el futuro pero no creo que tengas problemas para entender por encima a qué me refiero).
Así que sí, las barreras entre la «review» y la «crítica» son extremadamente difusas. Yo diría incluso que es imposible separarlas. Haciendo algo de arqueología (y conste que yo solo compraba una revista de nintendo porque no me pilló la época) se puede ver el modo en el que los rasgos estilísticos más prominentes de las reviews de entonces siguen presentes en la forma de la que hablamos sobre videojuegos hoy en día, independientemente de cómo quieras llamar a lo que escribas. No creo que haya motivos de peso para contraponer a la figura del crítico con la del reviewer ni para otorgarle cierto estatus al primero y quitárselo al segundo. No sirve de nada ensalzar la crítica de videojuegos como género literario si arrastra consigo, aunque con las mutaciones esperadas, los mismos vicios que aquello de lo que se huye en busca de una falsa sensación de progreso. Hay mucha crítica acrítica y mucha crítica que ¡Ojo! no es como la burda guía de compra de los más simples, no: es una guía de compra cultural, que por algún motivo es algo mucho mejor (y por algún otro, nada clasista).
Que nadie se avergüence de escribir reviews, que es un formato muy accesible y muy útil para entrenar el análisis y explorar ciertas ideas. En todo caso, que lo haga por escribir reviews de mierda.
08/15/18